Un poco de nuestra historia

Ante un acontecimiento doloroso, Eusebio Gayosso dio inicio a una tradición de calidad en servicios funerarios que ha perdurado hasta ahora. A los 21 años de edad, y luego de la muerte de su madre, Dolores Mugarrieta, Gayosso se vio en el apuro de contratar a un carpintero para que elaborara el ataúd, antes conocido como “caja de recorte”; después, debió dirigirse a la compañía de tranvías para realizar el traslado al panteón, donde convenció a algunos trabajadores para que cavaran la fosa, cargaran el ataúd y le dieran sepultura.
Además, se vio obligado a cumplir con el trámite de asentar el deceso ante el Registro Civil, institución recién fundada por Benito Juárez. Así que, con la venta de un reloj de oro que había heredado de su padre, abrió una empresa con la idea de que, ante la partida de un ser querido, pudiera brindar a los deudos todos los servicios y ahorrarles los otros pesares y complicaciones que vienen implicados.

Con esta solución en mente, Eusebio Gayosso abrió en 1875 una Agencia de Inhumaciones en el Hotel
Gillow, ubicado en el centro de la ciudad de México, justo en la esquina de San José del Real (hoy Isabel La Católica) y 5 de mayo, siendo la primera empresa funeraria del país y de Hispanoamérica.

Hoy somos una empresa con 145 años de presencia en nuestro país, a través de los cuales hemos acompañado a millones de familias mexicanas y personajes icónicos del país, en los momentos más difíciles y llevándolos de la mano en todo momento, respetando, venerando y honrando la vida de sus Seres Queridos.  personajes icónicos que, nos han hecho parte de su último adiós. De esta manera, ya formamos parte de la historia de México.